Por: Agencias
Más de 3mil animales mueren cada año por el uso de venenos, pero sólo el 10% de los cuerpos aparecen, porque la mayoría fallecen en zonas inaccesibles, según expuso el biólogo Federico González, experto en control fitosanitario, durante el 1° Festival Nacional de Biodiversidad celebrado en Tenerife.
El experto explicó que esto conlleva otros problemas colaterales, como la afección a especies para las que no va dirigida ese producto químico, tales como árboles singulares o endemismos, o que se eliminan, indirectamente, animales que controlan las plagas.
«Una lechuza hembra puede comer unos 30 ratones al mes. Si los envenenamos, estamos descartando esa posibilidad natural y, además, podemos producirle la muerte por envenenamiento a la lechuza al alimentarse de un ratón que ha ingerido el químico, con lo que estamos multiplicando el problema», añadió.
Él recordó que el uso de cebos envenenados para acabar con fauna está en el Código Penal y está penado con hasta dos años de cárcel. Además, afirmó que hay un fuerte elemento cultural, pues «en Canarias, algunos ayuntamientos han regalado toneladas de veneno a los ciudadanos sin ningún control».
«A esto se suman las figuras de los alimañeros para proteger determinados cultivos se dedican a matar a la fauna de la zona sin ningún tipo de control y sin medir otras consecuencias para el medio ambiente», agregó.
Avafes Canarias es una asociación de veterinarios que desarrolla diversas líneas de actuación contra el uso ilegal de veneno desde hace ya varios años. También, lleva a cabo programas de educación ambiental y asesoramiento veterinario.
