Por: Alberto Barajas
Acepto no ser fan de las antiguas cintas de Mad-Max, sin embargo cuando supe que vendría una nueva de este anti-héroe futurístico, la incógnita que se tenía era si volvería Mel Gibson a su personaje que lo catapultó al estrellato. Pero todo se esclareció cuando en el mapa apareció un tal Tom Hardy, a quien ya habíamos visto partiéndosela a Batman; muchos pensaron si daría el ancho, siendo que las película de Mad-Max son consideradas de «culto» por varios sectores.
Henos aquí en pleno 2015 y con una película que no está alejada de una realidad a la cual
estamos a punto de llegar. La trama gira entorno a un Max atormentado por la muerte de su esposa y su hija, quien es un ex-policía de carretera. Él conoce a Furiosa (Charlize Theron), una renegada que se le encomendó una tarea, poder traer gasolina, agua y otros productos que en ese futuro post-apocalíptico son muy escasos. Juntos intentarán escapar de la tiranía del Immortan Joe y su séquito de dementes, desatando grandes secuencias de acción y efectos delirantes.
La fotografía fueron de las cosas que más nos encantó, ya que la paleta de colores deslavada que usa y mezclada con algunos tonos cálidos hacen un filme bastante atractivo a nivel visual, que apoyado con un 3D hace que logres adentrarte en la historia de principio a fin.
La cinta va dirigida para aquellos que gustan del cine de acción con tintes de ciencia ficción. Las actuaciones son buenas que por momentos no llegas a
extrañar a Mel, pero aún así Hardy se queda en el «ya casi» siendo superado por la sudafricana Charlize Theron. Tom parece que se quedó con el estigma de Bane, ya que mantiene ese nivel de voz, aunque hemos de aceptar que lo vemos haciendo más actividades que en El Caballero de la Noche Asciende.
No es la película del año, pero si es una cinta con la cual se podrán entretener y para aquellos nostálgicos, se emocionarán de nuevo con los autos extraños, las armas raras y explosiones al por mayor.
«Mad-Max: Furia en el camino» llegará a salas de mexicanas este viernes para deleite de los seguidores.