Por: Gabriela Pérez/Fotografías: Fernando Aceves
El sábado 2 de mayo el Auditorio Nacional se engalanó nuevamente con la presencia del cantautor Joaquín Sabina, quien está de visita en México con su tour “500 Noches para una crisis“.
Cerca de las 8 de la noche el llamado “Coloso de Reforma“ se encontraba lleno de fans, quienes lucían playeras con el nombre del cantante e incluso algunos portaban sombreros similares al que usa el oriundo de Úbeda, España.
Después de varios minutos de espera, Joaquín Sabina apareció en el escenario vestido con un traje azul marino y con su clásico bombín. Agradeció la presencia de la gente y se notaba emocionado, los gritos no se hicieron esperar.
Temas como: “Ahora que…“,“19 días y 500 noches“, “Barbi Superestar“, “Una canción para la Magdalena“, “Noches de boda“, “Donde habita el olvido“,“Mas de cien mentiras“, “Pero que hermosas eran“.
De repente Sabina hacía pausas para platicar algunas anécdotas y expresar su amor incondicional que tiene hacia nuestro país, además de mostrar al público su buen sentido del humor, con el que hizo reír a todos los presentes, pues jugueteaba con su corista (la cual recibió chiflidos debido a su gran belleza) y con el saxofonista, al que Sabina le levantaba la falda de gaitero que el músico traía puesta.
Cabe destacar que Interpretó en español “It ain’t me, babe“ pieza original de Bob Dylan, pues comentó que hace 40 años lo marcó la música del estadounidense, por lo que decidió hacer una traducción a la que tituló “Ese no soy yo“.
También hubo una invitada sorpresa, se trató de la cantante judía Noa, con la que cantó a dueto y después ella leyó una carta en la que manifestaba su dolor por el conflicto de Israel con Palestina.
El ibérico se retiró del escenario por varias ocasiones, pero siempre regresaba porque los fans lo aclamaban. Durante esas veces , interpretó: “Conductores suicidas“,“Y sin embargo“ “Por el bulevar de los sueños rotos“ , “Y nos dieron las diez“ ,“Contigo“, que fueron las más coreadas de la noche. Finalmente cerró con “Pastillas para no soñar“. Ya cuando dio por terminado el recital, él junto con todos sus músicos cantaron a capela “La canción de los (buenos) borrachos.“
Sin duda alguna ofreció un excelente concierto, algo digno de recordar y que se vivió intensamente desde el primer momento, tal parece que los fans de Sabina eran insaciables, ya que pedían más y más de él.