Por: Alberto Barajas.
Hace unos días vimos una cinta llamada «Tocando la luna» la cual es basada en la vida de la poeta estadounidense Elizabeth Bishop, la cual cosechó numerosos premios además de un Pullitzer en 1956.
Muchas de las veces cuando se hacen películas biográficas, ya sea que hable de la vida o de algún momento específico del personaje se tiende a buscar que tenga una gran carga dramática, con el objetivo de que llegue a penetrar en el corazón de los espectadores; en este caso el film tiene eso, tiene una alma la cual a vemos a lo largo de la historia llena de amor, pero también de decepción y lucha.
La cinta cuenta la historia sobre Elizabeth Bishop y de cómo se vio envuelta en sucesos que marcaron la vida de Brasil para siempre, además habla sobre el romance que sostuvo con la arquitecta Lota de Macedo Soares, quien pertenecía a una de las familias más importantes de la política brasileña. 
Los personajes irán perdiendo y ganando a lo largo del camino, y es que viene muy de la mano con el poema One Art, el cual habla de ello; en el están frases como «el arte de perder no es difícil de dominar… todos perdemos algo día a día». El romance entre Bishop y Lota se vuelve puro, pero a su vez enfermizo y con ello se van descubriendo capas de cada una haciendo que al final de la cinta queden desnudas y con las emociones a flor de piel, logrando que termines queriéndolas u odiándolas por sus acciones.
La película se estrena este jueves en algunas salas de cine, ya que las exhibidoras la catalogaron como película de arte, si tienen la oportunidad de verla, no se arrepentirán y van a querer adentrarse en la poesía de Elizabeth Bishop, la cual está llena de amor y otras veces de odio hacia las situaciones que estuvo viviendo durante su juventud y su edad adulta.