Por: Alberto Barajas.
Hace unas semanas vimos la cinta «EXODO: DIOSES Y REYES» hoy la cinta se estrenará en más de 1000 salas del país tanto en formato 2D como en 3.
No hace falta relatar la historia, ya que para aquellos que en algún momento de su vida vieron «Los 10 Mandamientos» o se asomaron a la Biblia, sabrán que existió un capítulo en la historia del hombre, donde un profeta llamado Moisés liberó a los hebreos de la esclavitud que vivían bajo el régimen de Ramsés II.
Para los que vieron al señor Charlton Heston en sus mejores años con la súper producción «Los 10 Mandamientos» era obvio que lanzaran diversas comparaciones. Pero lo que hay que denotar es que desde un tiempo a la fecha ha vuelto un bum por el género del cine bíblico -si es que se le puede llamar así, con perdón de los que profesan otra religión que no sea la católica- Hace tiempo Mel Gibson hacía de las suyas con «La Pasión de Cristo» años más tarde Darren Aronowsky resucitaba el diluvio con «Noé» y ahora el cineasta Ridley Scott nos receta esta megaproducción como sólo él lo sabe hacer.
Aquellos que vieron películas como «Gladiador» o «Robin Hood» -versión donde sale Russell Crow- se pueden esperar en «Exodo: Dioses y Reyes» un sin fin de peleas, espadazos y demás efectos especiales. Pero si pretenden hondar en detalles históricos y personalidades de los personajes, mejor absténganse de verla y de hacer corajes como los que a algunos conocidos les pasó.
Porque, en primera Christian Bale nunca está a la altura de Heston, mientras que por otro lado vemos a un Ramsés sin todo el poderío e inteligencia que se llegó a proyectar en «Los 10 Mandamientos». Además dejan de lado a muchos otros personajes que juegan un papel crucial dentro de la historia, y que al menos aquí pasaron sin pena ni gloria.
Lo que si hay que destacar es el elenco que reclutó Scott y que sin embargo lo desaprovecha, este lo formó Sigourney Weaver, Aaron Paul y Ben Kingsley.
Algo curioso, es que aquí vemos representado a Dios en forma de niño, quien prácticamente hace quedar en ridículo a Moisés, cuando él es el mensajero en la tierra y se supone que tiene mano firme y voz de mando.
La cinta tiene sus momentos de humor, ya característico en Scott, mientras que hay escenas que intentaron hacerlas lo más apegado a lo que «pudo haber pasado en la realidad» y terminan siendo un rotundo churro, pero eso si, Ridley dejó ver que para efectos «él se pinta solo».
No es una cinta que estén obligados a ver. Pero, si quieren maravillarse con las megaproducciones de este cineasta y ver la transformación física impresionante de Christian Bale, entonces acudan al cine en estos días y vean «EXODO: DIOSES Y REYES»