Por: José Viniegra.

Cuando las exigencias más altas se presentan en una persona, nadie más infeliz para cargar con la perfección. Así lo demuestra El Misántropo, de Moliére; pero igualmente es infeliz aquél hipócrita que lo acepta todo. Y nosotros, simples mortales, ocupamos uno u otro lado de la escala, aun si lo execrable de los hombres no es tan obvio.

El pasado 5 de agosto se hizo al final de la obra la develación de la placa que memora esta obra de alto peso, por fin de temporada. Develaron la placa Olga Harmony, crítica de teatro y Sabina Berman, escritora y directora de cine y teatro. Así que será necesario estar al tanto de su próxima aparición en el teatro.

La obra de Moliére sigue vigente en nuestros días: un hombre odia irremediablemente a los seres humanos; no encuentra en nadie valor o moral suficiente. La sociedad está llena de abominables conductas de hipocresía y mentira. Y sí, en efecto, cada uno de los personajes pretende sacar provecho para sí mismo y ejecutar su mejor rostro para conseguir sus fines. Pero… ¿Acaso esto relevante si todos se saben y conocen demasiado bien como para engañarse? Entonces, sabiéndose bien como humanos, sólo les queda sostener su actuación y continuar avante en el transcurso diario. Algo es seguro: la obra los hará reflexionar sobre ciertos códigos pomposos que nos acoplan y al mismo tiempo nos somete al martirio de callar lo que observamos en otros con tanta claridad, por el bien de la educación. Mentir es un arte. No obstante, tampoco querremos ser el caso contrario, donde nada logra complacernos por nuestras altas exigencias de honestidad en los demás. Como dije: nadie más infeliz que un perfeccionista arrogante e irrevocable.

La obra tiene las actuaciones de: David Hererra, desempeñando un excelente papel y Silvia Navarro, quien ha participado en teatro, televisión y cine y que reluce tanto en persona como en su papel, una dama muy codiciada por sus dones femeninos. Igualmente veremos a Sergio Zurita, Andrés Montiel, Judith Indra, Marcela Ayala, Abraham Jurado, Héctor González, Oscar Serrano y Ricardo Rodríguez.

El Misántropo, bajo la dirección de David Olguín y en adaptación de Carmina Narro, nos mantendrá atrapados de inicio a fin y nos hará reír más de una ocasión; sea por la comicidad de los personajes o por el realismo que entre escenas es impreso en la obra y nos remitirá a ver nuestro reflejo: de un lado u otro, la balanza no está equilibrada. Así que en su próxima temporada, no la pierdan.