CADA VEZ NOS DESPEDIMOS MEJOR: Arbitrarios humanos en el amor y en la patria.

Por: José Viniegra

Bajo la premisa: “Mi madre provocó el terremoto que la mató; lo sé, porque le rompiste el corazón”,  la actuación narrativa de Diego Luna nos va introduciendo en el carácter de Mateo, un personaje con cierto estereotipo del folklor mexicano, que pasa su vida, errante, en una serie de decisiones tomadas para con él mismo y para con Sara, quien es en algún momento su esposa, o mejor dicho, el “amor de su vida”.

10485168_10152167325089147_1919635925_oElla nos es presentada, durante el monólogo, a través de los recuerdos de Mateo, quien nos narra el sentido propio circulando alrededor de ella, como si fuera ésta un satélite que se tiene por único centro de pasión e interés. Más allá de eso, él no aspira a trabajar o a enfocar su propia mente en algo concreto y relevante, sino en no repetir el mismo error que su padre: haber engañado a su mujer siendo adúltero (con su cuñada), por lo que no pasaría día alguno en que por las mañanas le pidiera perdón por ello a la madre de Mateo. Por si no fuera suficiente, en el catastrófico terremoto del 85, la madre de Mateo muere bajo los escombros. El reto para él, es no permitirse los mismos patrones paternos.

Pero la obra deja, a manera de metáfora, la constante cuestión sobre si nuestros actos son determinados por un trauma de la infancia o si nos vienen dados desde que nacemos como parte de nuestra herencia genética; o simplemente, en este minúsculo planeta llamado Tierra, suceden cosas que le son inherentes al aspecto humano, pues la obra, también, nos inmiscuye en la política como una serie de acontecimientos de los cuales no nos podemos desprender ni medianamente, mientras seamos ciudadanos de un país que recrea su historia a la par de la nuestra.10503490_10152167325099147_708139075_o

A su vez, Sara quiere tomar el control de su vida, en oposición al estilo de Mateo. Busca desarrollarse en el aspecto profesional (como reportera) y en el personal, además de que está empapada de un modo u otro en el diario acontecer de la política del país sin enajenarse de ella. Del mismo modo, quiere a Mateo, pero no se quiere estancarse en un amor que no tiene sentido, luego de una traición. ¿Qué será de Sara y su satélite humano, Mateo?

La obra es fresca, animosa, metafórica, reconstructiva por la reflexión que causa en nosotros y divertida; en momentos el teatro se fusionaba con las risas del público como cómplice de la vida de Mateo o, bien, de la de Sara, al vernos todos reflejados en uno u otro personaje, como uno de los dos lados de la moneda de la vida. Y tú, ¿en qué lado crees estar?

Diego Luna se presenta hasta el día 17 de agosto del presente año, en este monólogo denominado “Cada vez nos despedimos mejor”, bajo la dirección de Alejandro Ricaño en el Teatro López Tarso, del Centro Cultural San Ángel, los días viernes, sábados y domingos, en funciones de 18:00 hrs y 20:00 hrs. Boletos a la venta por el sistema Ticketmaster.

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