BOLA DE CARNE: Tambaleando nuestra seguridad moral.

Por: José Viniegra.

5Bola de Carne, obra teatral de Bernardo Gamboa, quien además de ser creador es actor al lado de Micaela  Gramajo, muestra  entrecortadamente diferentes escenas y diferentes contextos, desde la pareja en el hogar y su paso por facetas  como el enamoramiento y el odio en un fenómeno progresivo que vemos muchos de nosotros y esta vez planteado y reflejado en escena en pocos minutos, hasta el caso de Lavinia, una mujer de alta sociedad que es iniciada en el arte de la cacería de puercos por sus criados godo-indios, por mero juego o por… algún interés particular, con un interesante juego de conceptos morales que no delimitan bien dónde empiezan o terminan y un replanteamiento del racismo o la total aceptación de otras razas.

El día de campo promete un crimen perfecto, donde debatimos entre la necesidad del criado por acercarse a Lavinia con todo el furor de su erotismo a flor de piel, motivado por la belleza de la chica y la falta de educación  en su criado y una provocación taimada de parte de ella, y un padre que no puede decir abiertamente los riesgos que Lavinia correría al lado de ellos, vestida… de esas formas. Un padre que se remite a decir solamente: “cuídate”.

7Las personas del público somos parte del escenario, somos actores y somos espectadores encontrados con el debate sobre el buen juicio con que nos ayudamos día a día discernir entre el bien y el mal, y un replanteamiento no sólo de aquello que llamamos moral, sino de las razones por las que cada grupo social, cada situación y cada tiempo definen morales distintas, y con ello diferentes perspectivas, por lo cual no somos, o no debiéramos ser, jueces implacables e inescrutables.

Por el contrario, como dice el padre de Lavinia, una vez que se cometiera violación en contra de su hija, tengo el derecho humano de la venganza, mientras que el criado sostiene su derecho humano a buscar la saciedad de un deseo carnal a falta de mejor educación y moral, y a haber cometido un error por el que debiera ser castigado, pero no herido de muerte. Pero un enunciado entremetido en la escena dice que “Los animales deben matarse, pero nunca domesticarse; domesticar a cualquier animal es el peor crimen contra éste”, ¿Será o no? Eso deberá determinarlo el espectador luego de deconstruir su propio concepto de la moral y las causas de tal, y replantearse la eterna interrogante sobre el bien y el mal y sus alcances y el punto en que el bien es un mal y viceversa.8

Con el apoyo del CONACULTA, INBA Y FONCA, se monta la escena teatral Bola de Carne, de Bernardo Gamboa, en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, ubicado en Campo Marte y Reforma s/n, atrás del Auditorio Nacional, los días 22/28 y 29 de junio, y el 5 y 6 de julio. En un horario de las 20:00 hrs. para las funciones entre semana y 19:00 y 18:00 hrs. Respectivamente para sábado y domingo.

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