Por: Agencias.
El actor Vin Diesel se encuentra disgustado con el resultado del filme.
La nueva fase de rodaje de ‘Fast and Furious 7’ continúa al frente con el actor Vin Diesel como protagonista. Tras la fatídica muerte de Paul Walker, su producción pasó por muchos altibajos. Ahora, cuando todo parecía estar encarrilado, surgen rumores acerca de un fuerte desacuerdo entre Vin Diesel y los responsables del estudio. Algo que estaría provocando aún mayores contratiempos en su calendario.
Vin Diesel estaría muy inconforme con el camino que está llevando la producción de la película. Incluso estaría seriamente desmotivado con el proyecto, poniendo multitud de pegas para varios puntos del mismo. Además habría solicitado varias reuniones de urgencia con los ejecutivos de Universal para tratar el asunto. Eso es al menos lo que se publicó en The Hollywood
Reporter. Medio que apuntala la teoría de que tras la muerte de Paul Walker, Vin Diesel quería cancelar el proyecto o al menos dejarlo aparcado durante algún tiempo para confeccionar un reinicio -algo muy peligroso cuando ya se tenían cerca de 150 millones de dólares invertidos en el proyecto-
Aunque el estudio ofrece una versión totalmente diferente al respecto: «Esta producción avanza a través de retos y contratiempos que jamás se habían dado antes para ninguna otra película… El equipo y el reparto, encabezado por Vin, se han comportado de una manera más que excelente en estas circunstancias».
Resulta llamativo que precisamente ahora surjan estos titulares, cuando Vin Diesel es el principal promotor de las novedades del filme, con publicaciones de fotografías del rodaje dentro de sus redes sociales. Además de deshacerse en elogios para con el trabajo realizado por los hermanos del difundo Paul Walker, quienes colaboran en la finalización de las escenas de Paul, mediante un posterior proceso de postproducción (CGI).
El rodaje está a punto de finalizar -por segunda vez-. Llegará a los cines en 2015, un año más tarde de la primera fecha estimada. Recordemos que la trágica muerte de Paul Walker, el pasado 30 de octubre -mientras participaba en una carrera benéfica-, provocó la primera cancelación del rodaje dirigido por James Wan, posponiendo el trabajo hasta prácticamente el pasado mes de marzo. La fatalidad también acompañó a la producción, puesto que justo la semana siguiente al accidente mortal, Paul Walker tenía previsto rodar el grueso de sus escenas.