Por: José Viniegra.

La película es una creación multimedia donde los efectos visuales están a cargo de una gran cantidad de programas, algunos ya existentes y muchos otros creados y generados bajo demanda.

Joyfluid nos presenta la temática del dominio de la realidad virtual sobre la realidad natural de la existencia: en un mundo post-apocalíptico, como menciona su director Alejandro Rodríguez Huerta, se muestra casi extinta la humanidad; bajo la observación y los planes de una raza extraterrestre que aprovecha la enajenación de dos niños que no pasan tiempo con sus padres, se introduce en ellos un método de control no anticipado por los humanos a tiempo. Éste método obedece al punto de vulnerabilidad que existe en los niños por estar conectados a las nuevas tecnologías que absorben casi es su totalidad su mente. Con ello, son usados como un arma a distancia para aniquilar, sin saberlo, a la misma humanidad. Años más tarde tendrán sus actos un costo muy caro para uno de ellos,  a causa de su desconexión de la realidad.

Alejandro cuenta que la película es la tercera en el mundo que usa personas escaneadas en nuestro mundo, para digitalizarlas dentro de uno virtual (en este caso, la película per se), todo para buscar un modo de hacer llegar un mensaje a niños y a padres acerca del mal uso de las tecnologías y un futuro fuera de nuestro control.

Con una inversión de 31.5 mdd, Joyfluid es un proyecto ambicioso, no en carácter económico, sino a nivel de construcción, pues a lo largo de su gestación se lograron generar 70 patentes nuevas en el campo de la tecnología de software en gráficos, con casos tan representativos como el de ser una de ellas el único software en el mundo que logra una vista de 275 grados esféricos, cosa que antes no se ha logrado ni siquiera en los videojuegos de actualidad en ningún otro sitio en el mundo.

Huerta cree que en un futuro, el videojuego superará al cine, y espera crear un poco de conciencia en la sociedad con su película; pero igualmente considera que pone de manifiesto la falta de atención que los niños pueden presentar en las escuelas, pues el tema le preocupa; más aun cuando ello desemboca en el famoso bullying. Pero considera que no es solución el uso de drogas en las escuelas para el manejo de este “déficit de  atención”, algo que, nos comenta como dato importante, fue un invento de la psiquiatría para generar más ingresos (cuenta de una carta del psicólogo que creó el término, donde confiesa esto mismo y se basa en lo que ha conocido a través de su madre, quien conoce profesionalmente el tema). Considera que todo puede ser manejado con una buena educación y trata de poner este mensaje en toda la gente que pueda ir a ver el film.

A mi parecer, hubo una contradicción, pues a futuro cree poder hacer algún videojuego con lo aprendido en el desarrollo de su película. Esperemos reciba una buena crítica.