Por: Arlequin Cassiel
“Y en tanto los chinacos/Que ya cantan victoria,/Guardando tu memoria/Sin miedo ni rencor,/Dicen mientras el viento/Tu embarcación azota;/Adiós, mi tierno amor.”
Estos son parte de los versos que le dedicaba Vicente Riva Palacio a Carlota, emperatriz de México cuando se marchaba del país tras un fallido gobierno imperial, además sirve de introducción para adentrarnos en la obra “Adiós Carlota”.
Ayer lunes 7 de Abril se dio una función para la prensa de la obra “Adiós Carlota” dirigida por Gerardo Ballester y Artus Chávez en el Museo Nacional de Historia o Castillo de Chapultepec, sitio muy acorde a la ocasión, pues en el originalmente tuvieron su residencia Maximiliano de Hamburgo y Carlota. La puesta en escena comenzó cerca de las 8:30pm, puesto que es requisito fundamental la oscuridad ya que, además de ser una obra de teatro guiñol, maneja el teatro de sombras.
Una hermosa pieza para piano, que era tocada en vivo y musicaliza por completo la obra, da pie al inicio de la obra donde podemos ver a una Carlota anciana y aislada, en compañía de una enfermera, en el momento que se va a descansar. Es aquí donde empezamos un viaje por la mente de Carlota, donde vemos sus recuerdos a lado de su amado Maximiliano, así como los más melancólicos, mezclados con su cuota de locura y la lucha contra sus demonios internos que tratan de quitarle lo que le resta de cordura.
La obra goza de buen ritmo, ya que los títeres captan tu atención desde el primer momento llegando a interactuar un par de ocasiones con el publico y logran que sientan las emociones que transmiten; además de que la excelente música, a cargo de Deborah Silberer, nos acompaña de principio a fin perfectamente y hace que olvidemos que esta puesta carece de diálogos.
La obra se presentara del 9 al 16 y del 21 al 23 de abril en el Castillo de Chapultepec a las 8:30pm ya que como se mencionó, se necesito oscuridad completa por el tipo de obra que es. Puedes encontrarla en Facebook /AdiosCarlotaTeatro o en el Twitter @AdiosCarlota
Una puesta que vale mucho la pena, sobre uno de los personajes que, a través del tiempo se ha juzgado equivocadamente junto a Maximiliano, y hace que la veas de una forma distinta terminando la función.
Solo queda decir ¡Adiós mamá Carlota!