Por: Sebastián Fernández Ramírez.

Estuvimos platicando con la talentosa y muy amable Ana Cecilia Anzaldua, actriz de teatro musical y actualmente parte del equipo de Wicked con el personaje de Elphaba.

¿Cómo ha sido tu trayectoria en el teatro?

AC: Todo empezó cuando me metí a la escuela a estudiar teatro y yo quería hacer teatro convencional, yo creía que no podía cantar, oía los grandes musicales y yo decía: esto no es para mi, yo no tengo esa voz, me preparé en teatro clásico, contemporáneo y poco a poco se fueron dando las oportunidades de prepararme vocalmente. Entré a Televisa un tiempo pero  decidí hacer teatro, terminé después de año y medio, vinieron las audiciones del Violinista en el Tejado y me quedé.

Creo que entré con el pie derecho a la empresa, me han apoyado muchísimo, he aprendido muchísimo, prácticamente todo lo que sé de teatro musical lo he aprendido en OCESA. He tenido muchas grandes oportunidades y ha sido constante, cuenta la disciplina y el corazón que le pones.

¿Qué fue lo que te llamó del teatro musical?

AC: Cuando yo estaba chavita yo quería ser bailarina y poco a poco fue conociendo de los musicales y me llamaron mucho la atención, quería hacerlos y con entrenamiento poco a poco fui enfocándome en los musicales.

¿Cuánto tiempo te tomó perfeccionar la voz?

AC: Yo creo que aún sigo descubriendo cosas, afortunadamente o desafortunadamente he probado muchos caminos y cada musical te exige cosas distintas, haces una cosa en un musical y brincas a otro musical y te das cuenta que eso no funciona entonces lo quitas, le pones y le añades y todavía sigo explorando cosas con mi voz, en Wicked sigo descubriendo cosas que no sabía que estaban ahí o que no había probado antes.

Una experiencia que te haya hecho crecer como actriz…

AC: En el teatro siempre te sorprenden cosas nuevas, siempre es distinto pero hay cosas que te sacan de todo y dices: ok, tengo esto ¿qué hago? Trabajaba en una compañía de repertorio donde se llenaba el día de funciones y eso te da las tablas y la experiencia para resolver en la marcha. Pero en el Violinista en el Tejado que fue la primera vez que yo estaba trabajando profesionalmente en un teatro grande, en un musical con el señor Pedro Armendaris viene una escena donde tengo que interactuar con otro actor y Pedro nos interrumpía, entonces hace un cambio de escenografía donde me quedo yo sola en el escenario y el compañero actor se quedó dormido en el camerino y yo sola en el escenario pensando ¿qué hago?, la iluminación súper bajita y todo el mundo se había ido y yo parada sola en medio del escenario. Volteo y veo a Pedro parado en la pierna pero como no vio al otro chavo  no salió al escenario y yo diciéndole: Papá, ven tengo que decirte algo; y se me quedaba viendo y me hacía la seña de -no a mi no me toca-, yo creo que él no se dio cuenta de qué había pasado. Ese día dije: esto hay que hacer siempre, resolví terminé la escena y ya, pero cayó en mi y ese tipo de escaloncitos que vas aprendiendo, te van haciendo fuerte, te dan temple, tablas de cómo pararte, resolver y no entrar en pánico es súper importante. Es la que más recuerdo pero me han pasado varias en estos diez años.

¿Qué es lo que buscas en un proyecto?

AC: Crecer yo, que me guste y me aporte, que me haga seguir explorando y aprendiendo.

¿Para ti qué cuál crees que es el mayor reto para el teatro aquí en México?

AC: Pues llegar a más gente, tenemos un público que va creciendo que son fans de teatro musical y que cada vez son más los interesados y el llegar a la gente joven y a los niños si es posible para que crezcan conociendo, asistiendo y pagando un boleto de teatro, yo creo que ese es nuestro reto más grande, que crezca nuestro público aquí en México.

¿Cómo te sientes en Wicked?

AC: Es bien padre, ha sido un proyecto muy ambicioso, esperado, criticado en algún momento, pero es un proyecto lleno de magia y luz, los que estamos adentro lo hacemos con mucho corazón y me ha dejado mucha satisfacción para decir que todo lo que he hecho y aprendido es para esto, te siguen cayendo veintes en el escenario de cuando eres más joven y estudiando. Wicked te llena de satisfacciones cada función porque es un reto y superarlo todos los días, yo creo que nunca van a acabar.

¿Qué representa para ti Elphaba?

AC: Es el sueño más grande de mi vida, el reto más grande cumplido y actoralmente para mí es un gozo. Lo que me gusta más de estar en un escenario es dejarme ir  y la sensación de prestar emociones y Elphaba me lo da todos los días, es un personaje muy complejo que pasa de ser una niña inocente, “bulleda” a convertirse en una mujer que lucha, conoce el amor, conoce una amiga que le cambia la vida; yo creo que es un sueño para cualquier actriz porque haces todo en una sola función, es el regalo más grandes que me ha dado la vida.

Una de las experiencias más chistosa que te haya pasado en Wicked…

AC: Iba corriendo, pisé mi vestido y salí volando, afortunadamente me tenía que quedar en el piso hablando entonces la gente creo que no se dio cuenta pero me sigue doliendo la muñeca.

¿Qué aspectos del personaje fueron los más difíciles de explorar e interpretar ya en el escenario?

R=Elphaba cuando llega a Shiz nunca se había relacionado con el mundo, con un chavo que le dijera palabras bonitas o alguien que le ofreciera su amistad verdadera o toparse con la situación de no quedarse callada entonces uno está acostumbrado desde chavito a que te toquen, te den cariño tus papás, tener amigos y ella no. Lo conoce hasta cuando tiene 18 o 20 años y pensar en eso como personaje de puras primeras veces es rarísimo.

¿Qué consejo le das a toda la gente que se quiere dedicar al teatro?

AC: Que todo está en la disciplina, hay muchas veces que no es necesario que nosotros mismos creamos en nuestro propio talento pero si te mantienes firme con un objetivo las cosas que están ahí y si te estás entrenando, vas por el camino correcto,  dejas tus emociones libres para prestárselas a un personaje y eres firme no hay por qué equivocarse, ése es el camino. No hace falta que tú creas en ti mismo, simplemente manteniendo el canal abierto y hacer lo que tengas que hacer.

¿Qué tan difícil ha sido escalar hasta dónde estás ahorita?

AC: Muy difícil, afortunadamente he estado en muchas obras y he aprendido mucho de ellas pero siempre es bien difícil, hay una voz en tu cabeza que te dice no, y más si eres auto crítico como yo, hay que luchar contra ese no y decir sí. Si la riegas y te echas tantito para atrás y dices ya no quiero volver a pasar por una caída porque es muy difícil levantarte, tienes que luchar en contra tus propios miedos.

¿Qué planes hay en puerta?

AC: Es puro Wicked pero al dar pocas funciones estoy muy tranquila y creo que me voy a dedicar a tomar clases y cursos ahora que puedo.